Turismo y paz: el rol de la comunicación
Hace poco, la Red de Comunicación en Turismo Sostenible de Latinoamérica y el Caribe - REDCOMTUR LAC - me invitó como parte del equipo de la película GAWI, a pensar sobre el rol de la comunicación en el turismo y los procesos de paz. Reflexionar sobre este tema permite visibilizar acciones muy importantes; ya que exponer procesos locales de construcción de paz ayuda a cambiar narrativas erróneas (prejuicios) y motiva la continuidad (o inicio) de iniciativas similares en otros territorios.
Son muchos los proyectos e historias de personas que se han unido en toda Latinoamérica para convertir, en sus territorios, una trama de violencia en una de esperanza y oportunidades. El turismo está presente en muchos de estos proyectos. En el Foro organizado por REDCOMTUR compartí panel con Gilmar, de Caquetá - Colombia, y con Gilson Fumaça Silva, de Favela Santa Marta, Río de Janeiro - Brasil. Son solo dos ejemplos, hay muchos más. A veces se busca una salida a conflictos armados relacionados con narcotráfico, y otras veces (o las mismas), esa violencia es parte de una cotidianeidad estructural marcada por la marginalidad y el abandono estatal.
El turismo aparece en algunas comunidades, barrios o favelas como una oportunidad para generar ingresos económicos, cuidar su patrimonio natural-cultural, construir (o fortalecer) lazos entre vecinxs y resanar su relación con el territorio. Pero además, la actividad turística permite a la comunidad local contar su historia, con sus palabras y sus vivencias; esto es, justamente, parte del rol de la comunicación: darle voz a los sin voz.
¿Cuántas veces hemos escuchado que determinados lugares o países son inseguros? ¿O cuántas veces hemos prejuzgado personas o emprendimientos por ser de un determinado lugar? Sin saber que, probablemente, ese guía, comedor, tour o alojamiento está esforzándose desde hace muchos años en cambiar su contexto violento por uno más amable, de relaciones amistosas e interculturales.
La comunicación resulta entonces, fundamental para cambiar narrativas que alimentan el desprecio y el olvido de esas poblaciones estigmatizadas por historias violentas. Construir y difundir mensajes que muestren esos espacios de paz (que también existen), son claves para cambiar discursos - y pensamientos cerrados -, y reconstruir así, el propio tejido social de esos territorios. El mundo tiene que saber que “aquel lugar” no es solo guerra y peligro. Es también tarea de la comunicación abrir puertas para nuevos aires de reconciliación.
Al mismo tiempo, la divulgación de aquellos pequeños focos de paz, puede incentivar otras comunidades para seguir el mismo camino, motivarles a no bajar los brazos. “Si en aquel lugar lo lograron nosotros también podemos”. Ahí cobra especial relevancia la comunicación y la construcción de nuevas narrativas... para contagiar la incansable búsqueda de paz, para seguir sembrando esperanza, para seguir confiando en otros mundos posibles; que al final, es lo que siempre nos mantiene en pie.