Viajar con un "ya basta" bajo el brazo
Lejos de desarrollar, y analizar, una definición técnica y objetiva del turismo comunitario, esta vez, siento necesario hablar con el corazón por delante y la razón por detrás. Un sentir personal que pinta el paisaje desde otro rincón, con la intención de lograr nuevos colores, e invitando a soñar, a otros nuevos ojos.
Para mi, el Turismo Comunitario, también es:
- Mirar a los ojos
- Abrazar primero. Fotografiar después.
- Estrechar esas manos cansadas de tanto trabajar
- Abrazar
- Agradecer a quien me trajo hasta acá
- Agradecer al sol cada mañana
- Escuchar la tierra y sentir el viento en la cara
- Sentir el agua fría y escuchar las nubes
- Escuchar penas ajenas y que duela
- Sentir la lluvia en la cara y sonreír
- Sentir y escuchar
- Abrazar esas penas
- No tener y sonreír
- Compartir. No comprar
- Compartir. No consumir
- Compartir. No gastar
- Caminar descalzo
- Andar liviano
- Tener la piel agrietada
- Tener poco y ser mucho
- Cosechar yuca, papa y maíz
- Sembrar Buen vivir
- Soñar e intentar soñar
- Escuchar a Silvio y creer en algo puro
- Leer a Galeano y ver mis venas abiertas
- Creer que otro mundo es posible
- Tomar consciencia. Y pedir otra copa de lo mismo
- No soportar el silencio ni la oscuridad
- Ver lo invisible y no poder entenderlo
- Querer que se vea. Querer resistir. Querer hacer fuerza
- Querer, mucho
- Ser sensible y querer serlo
- No darse por vencido
- Buscar la huella dignidad
- Buscar, buscar y seguir buscando
- Nunca rendirse
- Encontrar comunidad
- Tomarse de las manos y mirarse a los ojos
- Mirarse a los ojos y decir ya basta!
Y caminar en consecuencia... Si no lo hacemos ahora, entonces cuando?
No podemos seguir desviando la mirada. Es momento de cambiar nuestra forma de movernos por el mundo. Nuestros viajes no pueden ignorar el estado de emergencia climática. Nuestros viajes no pueden ignorar el estado de emergencia social de los destinos empobrecidos.
La gestión comunitaria del turismo, de la mano de la regeneración y la inclusión social, es una gran oportunidad para generar un cambio. Sumemos esfuerzos y multipliquemos el mensaje. Soltemos el llamado a viajar de manera más responsable y consciente.
En vacaciones también se puede sacar la cuenta y, al menos, hacer lo posible por no restar. Viajando también se puede sumar.